Mi propuesta de acompañamiento se orienta a la creación de un espacio de cuidado consciente de las fuerzas de salud del ser humano, a potenciar esas fuerzas en cada persona según sus condiciones.
La experiencia de la maternidad ha sido determinante en mi biografía, me abrió a percepciones, sentimientos y pensamientos que hasta ese momento habían pasado desapercibidos para mí. Una inspiración desconocida hasta entonces, amplió y profundizó mi percepción de la vida.
Gracias a la maternidad reconozco el coraje que requiere venir al mundo, el regalo que supone la experiencia de la corporalidad, con sus fortalezas y fragilidades, y el sentido trascendente, más allá de cualquier juicio, que para cada ser humano tiene esa experiencia.
Así nace en mí el impulso de cuidar y favorecer el bienestar y la salud de mis hijas, y, consecuentemente, de quienes, en cualquier circunstancia, reconocen y requieren de mi acompañamiento. Una dedicación que aparece con la espontaneidad con la que creamos, en tantas ocasiones, la realidad de la vida.
En el año 2011 comencé mi actividad profesional como reflexóloga, impartiendo talleres en los que compartía prácticas y consejos para el cuidado de la salud infantil. Poco después, llegaron las consultas de reflexología para adultos.
También ofrezco otros cuidados dirigidos al bienestar y la salud, como el masaje facial japonés o kobido y la terapia gotas de lluvia.
Toda esta actividad se complementa con los talleres de reflexología para familias y de iniciación a la aromaterapia.
Comencé mi formación como monitora de reflexología infantil con Ángeles Hinojosa. Con ella me inicié en el conocimiento de los procesos fisiológicos del ser humano y sus manifestaciones en el cuerpo, y su relación con los estados de ánimo. También aprendí a cultivar la confianza en las fuerzas de salud que nos acompañan desde el nacimiento.
Como consecuencia de esa experiencia inicial, despertó en mí un impulso de conocimiento que no ha parado de crecer.
A continuación, amplié mi conocimiento de la reflexología en el Instituto Superior de Estudios Reflexológicos con Lina Rodriguez Conde. Con ella aprendí a percibir la inspiración y la presencia de ánimo que requiere el ejercicio de la reflexología.
Allí realicé los estudios que han constituido el fundamento sobre el que enriquezco cada día mi experiencia.
También he dedicado muchos años al estudio y observación del efecto de los aromas, su acción sobre la salud y el bienestar: la aromaterapia y el mundo de los aceites esenciales. Los aromas completan y profundizan la acción de los tratamientos, siendo, en algunos casos, el medio principal de los mismos.